Según María Teresa:
“La imagen corporativa se puede
definir como una evocación o representación
mental que conforma cada individuo, formada por un cúmulo de atributos
referentes a la compañía; cada uno de estos atributos puede variar, y puede
coincidir o no con la combinación de atributos ideal de dicho individuo” (2013).
De igual manera, tal y como menciona Castro (2007), la imagen es la obtención que se tiene entre lo que una persona sabe en relación al producto o servicio brindado por una organización y los deseos y anhelos que tiene esta persona en cuanto a estos productos o servicios brindados. Por lo que esta se la puede describir como la imagen mental que se crea una persona en base a la experiencia obtenida con la empresa, como lo menciona Ind (1990) la imagen corporativa es aquella que los públicos de interés perciben acerca de una empresa, mediante la acumulación de mensajes que hayan receptado. En este sentido y desde un enfoque de la Comunicación Estratégica, la imagen ayudará a cumplir los objetivos organizacionales, en base a las opiniones que una persona tenga sobre una empresa/marca después de haberla conocido y relacionado con sus puntos de vista y experiencias (Castro, 2007) y como consecuencia esta imagen creada se la considera como unos de los intangibles más importantes para una empresa, ya que por la imagen podrán ser reconocidos y juzgados; lo cual permitirá a la empresa darse cuenta de sus fortalezas, debilidades, oportunidades y amenazas para poder actuar de manera adecuada y así tener una imagen corporativa favorable. De esta manera la imagen corporativa ha llegado a ser la piedra angular de todo proceso comunicacional de organizaciones, recalcando que esta es simplemente el reflejo de la identidad de la organización. En fin la imagen corporativa que poseen los públicos sobre la empresas, permitirá tener un ambiente favorable o desfavorable para la aplicación de un plan de comunicación estratégica, para así cumplir los objetivos organizacionales, ya que en base a la imagen que poseen los distintos públicos sobre la empresa, los mismos podrán tener credibilidad en ella y todo lo que ésta ofrece, generando de esta manera confianza y fidelidad en la organización, puesto que la imagen permite a los públicos tener un comportamiento y conducta frente a la empresa.
Finalmente, desde
un enfoque de Comunicación Estratégica, la reputación corporativa permitirá a
la organización conocer las percepciones que tienen los públicos de interés,
tanto internos como externos, acerca de la misma. Y es que al tener una
reputación corporativa favorable, la empresa u organización va a tener y
generar valor hacia sus públicos, y principalmente ayuda es a fidelizar el
capital humano (Martín, 2008). Es así, que la imagen mental que tengan los
públicos acerca de una organización, no solamente se vincula con la información
propia, sino también con la interacción que pueda tener una organización con el
entorno; por ende, las empresas generan una buena reputación con el tiempo, ya
que ésta es un proceso que no se consigue de la noche a la mañana, sino depende
de varios factores empresariales que son proyectados hacia el público. Por esta
razón una persona posiciona a una organización en base a la información y
experiencia que le permita distinguirse de las demás.
Según Alloza:
“La reputación son evaluaciones colectivas de
las distintas audiencias, basadas en el comportamiento de la empresa, que
predispone favorable o desfavorablemente a cada una de ellas” (2013).
Cuando nos
referimos a crear percepciones en las personas es algo inevitable que estas al
observar y analizar no lo evalúen y comparen, por lo que si se lo entiende de
esta manera, sin duda se sobre-entiende que las personas asocian atributos, a
objetos en este caso una empresa, a la primera impresión, o primera experiencia
que tenga con esta. Por lo que esto determina que no todas las percepciones
tienen el mismo valor para una organización, y es por ello que es necesario que
en todo momento una organización se encuentre consciente que todas sus acciones
desde la más mínima genera una reacción en las personas y que estas pueden dar
como resultado tener una buena o mala reputación. La comunicación estratégica
tiene una relación directa con la reputación, identidad e imagen, ya que el
buen manejo de estas tres dimensiones permitirá que la organización alcance los
objetivos para los cuales trabaja. Es importante mencionar que trabajan en
conjunto, por lo tanto si no existe una buena identidad, no se podría proyectar
una buena imagen al exterior y por la misma razón no puede existir una buena
reputación. Por lo que es necesario también determinar que toda empresa desea
llegar a una reputación ideal desde el momento en que se consideró a la
reputación como un valor agregado para la empresa y más que ello un factor
importante para sobrevivir y crecer en el mercado, por lo que es de gran
importancia considerar a la Comunicación Estratégica como una herramienta de
gestión esencial para que todos los sistemas de la organización puedan a
cumplir este objetivo tan importante, tanto como un pilar.
En fin la identidad, imagen y reputación son factores fundamentales para la existencia de una empresa las mismas que están ligadas de manera directa, ya que de cada una de ellas depende el estado actual de la empresa en cuanto a cómo es vista y qué opinan las personas a su alrededor.
Es importante una
identidad arraigada en una empresa ya que esto generará aceptación por parte de
los trabajadores lo que a la final solo trae beneficios para la misma ya que
trabajadores que se sientan identificados lograrán realizar su trabajo de una
mejor manera y a gusto. La identidad de una empresa describe su modo de hacer
todas las actividades dentro de la misma, identidad es aquel factor distintivo
que permite diferenciar unas de otras, la misma que abarca la cultura y su
filosofía.
La identidad
refleja a través de sus acciones, todo comunica y conlleva a un mensaje para
sus stakeholders y es aquí que entra la
imagen ya que una serie de impresiones que permiten impregnar una imagen acerca
de una empresa, como lo mencionado anteriormente. Una imagen se crea a
través de la experiencia de cada ser con
una organización.
Después de lo
manifestado en todo el ensayo anteriormente se puede mencionar que una empresa
o institución con una identidad construida sólidamente logra sus objetivos con
mayor facilidad ya que todo su personal sabe a dónde dirigirse, cómo hacerlo y
de qué manera hacerlo lo que como resultado genera una buena imagen no solo en
su público interno sino también en sus stakeholders, lo que a la par dan como
resultado que se genere un boca a boca en el cual la opinión pública juega un
papel fundamental creando de esta manera la reputación de la misma, factor
determinante que perdurará en la mente de los públicos, generadora de confianza,
permitiendo que la empresa sea recomendada y sobre todo exitosa. Es importante
mencionar que de la misma manera en la cual la identidad puede convertir a la
empresa en un completo éxito, puede terminar
con la misma si no existe un buen manejo y control de la comunicación.
Debido a que la identidad representa el esquema mental de la organización que
los públicos tienen, es importante que la imagen que estos generan de la misma
sea exactamente la que se quiere proyectar.
Es de esta manera que estos tres factores son de suma importancia en la
“vida” de una organización ya que de estos dependerá su éxito o fracaso. Por
tal razón, es importante mencionar que la comunicación estratégica busca
realizar un vínculo entre la empresa y público de interés. La Comunicación
Estratégica generará una serie de estrategias comunicacionales, tanto internas
como externas, la cual se encuentra orientada a la vinculación entre los
públicos de interés y la organización. De esta manera se van a definir los
objetivos que deben de ser cumplidos, en base a identidad, imagen y reputación,
para también poder observarlos desde otra perspectiva y definir en qué medio se
están desarrollando estos.










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